Elegí este poema para dar comienzo a la historia, una especie de declaración de principios,
un anticipo acerca de cómo viene la mano..
Línea de partida
Deja que la tinta avance
hacia donde quiera
más allá de vos
que persiga su mundo
de estrellas o ciénagas
sin prisa
y si solo piensa
en escribir "maceta"
déjala
por algún lugar se empieza
( aunque no lo creas
ya se siente
su olor de flores)
No habrá deriva ni naufragio
la palabra no mata
lo que mata es el puño
la bala ya estropeada al inventarse
el odio que antecede al latigazo
en la espalda de un nadie
el silencio que alberga
asesinos y crápulas de escritorio
Deja que la tinta avance
y si quiere escribir cielo... déjala
no se lo llenes de nubes
ni rayos ni estruendos porque cielo, así solo y despojado
es un hermoso signo allí colgado
que si lo dejas fermentar un rato
enseguida
se te llena de pájaros
No habrá oscuridad de las que asustan
y aún más, si dejas clavados
los ojos
aparecen las hojas y las ramas
puede que no en ese orden
y qué importa
el balanceo de un pino allá en lo alto
y aún más, desciende despacio
y los nidos aparecen
y los nudos de cortezas apretados
en las bifurcaciones de los rumbos
que eligió la savia en su vorágine
de luces y de aire a bocanadas
Déjala ir, entonces, no la apures
que se piense a sí misma
que se estanque en su duda
de aquí o de allá y que prosiga
soltando sus palabras
a cuentagotas de piedra
porque habrá de saber
que la mano que la lleva es de hombre
y será ese hombre quien la sujete
si se desvía demasiado
del camino
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